Era domingo 10 de septiembre, nos levantamos temprano y emocionados como niños, nos preparamos y salimos de casa sin desayunar, con la expectativa de almorzar algo rico en la Feria de la Tuna de San Martín Lachilá, una bonita población que se ubica más o menos a una hora en auto desde la ciudad de Oaxaca pasando por Zimatlán de Álvarez.
San Martín Lachilá es un pequeño pueblo geográficamente enmarcado por un enorme cerro.
Los pobladores nos saludaron amablemente y al llegar a la feria, que se ubicó justo afuera de la iglesia.
Lo primero que hicimos fue ir a comer unas empanadas, memelitas y atole de tuna.
También probamos unos deliciosos tamales…
¿De qué creen? – Sí también de tuna.
Y como sabiamente dicen, panza llena corazón contento, después de ese rico almuerzo nos fuimos a recorrer la feria.
Compramos medio ciento de tunas, mermelada de tuna, ate de tuna, curado de mezcal con tuna y más tamales porque la verdad estaban deliciosos, muy económicos y sobre todo me parecieron excepcionales, nunca los había comido.
