Desde que me hicieron la invitación por parte de la Secretaría de arte y cultura de Oaxaca de Juárez, mi curiosidad y admiración por esta ancestral tradición se despertó de súbito, inmediatamente me puse a investigar sobre esta fascinante tradición viva; los huehuentones.
Y el sábado 12 acudí entusiasmada al Jardín El Pañuelito, todo lo leído al respecto había acrecentado mi curiosidad, ya quería verlos llegar de su recorrido por las calles del centro de la ciudad, aguardé sentada unos minutos con el #EsposoMío, pero con lo disruptiva que soy, de pronto tuve la idea de ir a capturar unas fotos de la fachada del Templo de Santo Domingo que está a unos 30 pasos, con la intención de hacer más breve la espera; justo había capturado esta foto que era la que deseaba…
Cuando a lo lejos escuché esa peculiar música, mi lóbulo temporal que dicen es la zona del cerebro encargada de la memoria auditiva, me indicó que nunca la había escuchado, pero mi corazón ya se estaba enamorando de la música y de esas voces que cantaban algo muy bonito en su lengua materna, algo que evidentemente no podía comprender y que sin embargo complacía mis sentidos, por fin los vi de cerca y admiré las máscaras, sus movimientos, su bailar, la indumentaria que portaban y el misticismo que transmiten todos y uno a la vez.
Pues bien, los huehuentones representan una parte fascinante de las tradiciones y celebraciones del Día de Muertos, son personajes representativos de las comunidades indígenas mazatecas de Oaxaca.
Huehuentones significa: “gente que brota del ombligo de la tierra” y representan a las almas de los difuntos que regresan del inframundo a visitar a sus seres queridos y comunidades.
Los huehuentones desempeñan un papel fundamental en los rituales del Día de Muertos, vestidos con máscaras y atuendos tradicionales, recorren las calles, visitan casas y panteones, llevando alegría y compartiendo momentos con la comunidad, se cree que su presencia trae bendiciones y protección.
Las máscaras de los huehuentones son elaboradas a mano y representan rostros de ancianos, a veces con expresiones cómicas o serias.
Cada máscara tiene un significado particular y refleja claramente la identidad de la comunidad.
En las casas que visitan, se les recibe con mucho cariño y respeto, se les obsequia comida y bebida. Mientras tanto, los huehuentones cantan en mazateco y danzan al ritmo de la música, música que se interpreta con violín, viruela, jarana y tambor.
Por lo que pude ver, los atuendos de los huehuentones son muy variados, ninguno es igual a otro, suelen incluir ropa de color claro con coloridos adornos y accesorios que simbolizan su tradición y cultura; como los característicos sombreros elaborados con bejuco y los sorprendentes bastones de formas artísticamente caprichosas con los que golpetean el piso y acompasan la música.
Te puedo asegurar que fue una experiencia magnífica la que vivimos este fin de semana.
En la que además nos deleitamos con la muestra gastronomía de la región, que con gran esfuerzo, pero alegremente; trajeron hasta la ciudad de Oaxaca, los habitantes de Santa María Chilchotla.
Seas oaxaqueño o visitante, te invito a ser turista en Oaxaca.
Por Graciela Martínez López